Aproximadamente el 27% de la Biblia es material profético. Ignorar esta parte significativa sería perder una gran cantidad de enseñanza y revelación divina. 

Los profetas jugaron un papel crucial en la vida religiosa y social del pueblo de Israel y su estudio nos ayudará a entender mejor el contexto histórico de la Biblia y la relación de Dios con su pueblo. Además de su papel religioso, los profetas también actuaban como reformadores sociales, abogando por la justicia y la equidad. Condenaban la opresión, la corrupción y la idolatría y llamaban a una sociedad más justa y piadosa, ofreciendo guía, advertencias y promesas. Enfrentaron grandes desafíos y adversidades, a menudo sufriendo la persecución y el rechazo, pero mantuvieron su fe y confianza en Dios. Ellos son un ejemplo de fe y perseverancia y, es así como, sus vidas y mensajes nos animan a perseverar en nuestra propia fe y confianza en Dios y nos  ofrecen orientación y consuelo en los desafíos actuales.