Las iglesias cristianas se ubican al interior de una tradición marcada por condicionamientos históricos a menudo “inquisitoriales”, en nombre de verdades consideradas como “absolutas”. Pero la época moderna ha evolucionado hacia convicciones cada vez más “relativizadoras y democráticas”. De ahí la tensión experimentada por la Iglesia católica respecto a las nuevas concepciones, propias de la modernidad, tanto en relación a la sociedad en general como al interior de la propia institución católica. Por eso, el llamado a una “iglesia sinodal” que ha caracterizado el período postconciliar constituye el principal desafío para la Iglesia de hoy.

En este taller, veremos el desarrollo de ese proceso con las dificultades experimentadas en el desafío para “caminar juntos” (sínodo), así como los criterios para seguir “caminando” con la mejor lucidez posible.